El privilegiado enclave de Morella fue elegido ya muchos siglos atrás para convertirse en plaza fuerte. Sus preciosas murallas que continúan abrazando la ciudad fueron su defensa y su límite. El privilegiado enclave de Morella fue elegido ya muchos siglos atrás para convertirse en plaza fuerte. Sus preciosas murallas que continúan abrazando la ciudad fueron su defensa y su límite.
Un laberinto de calles concéntricas y radiales conduce inevitablemente a hacia lo mas alto, su castillo, desde donde se puede contemplar a vista de pájaro el paisaje que rodea la ciudad.
Entre los muchos monumentos de interés se puede nombrar la arciprestal Santa María la Mayor, el ayuntamiento, las casas señoriales, la calle Blasco de Alagón, y el castillo con el convento de San Francisco a sus pies.
Un conjunto histórico-artístico que atrapa y encanta al visitante. Morella ofrece los servicios de realización de congresos y convenciones a través de sus instalaciones